Por Mariela Paesani
mariela_paesani@yahoo.com.ar
El Malba inauguró Bye bye American Pie, muestra colectiva que
toma el nombre de una conocida canción de Don Mc Lean
de los años 60 (más recientemente interpretada por Madonna), donde a través de pinturas, fotografías e
instalaciones, se quiere reflejar la decadencia cultural del ideal
norteamericano, partiendo desde los 70 a nuestros días. Tiempos en que “la idea benevolente de los Estados Unidos
como tierra de oportunidades, del Sueño Americano abierto a todos los que
trabajan duro, empezó a desmoronarse”, según explica el catálogo. Quienes
se ocupan de mostrar ese deterioro en la cultura americana a través de 110 obras, son siete artistas estadounidenses:
Jean-Michel Basquiat, Larry Clark, Nan Goldin, Jenny Holzer, Bárbara Kruger,
Cady Nolan y Paul Mc Carthy.
El primero que sale
al encuentro del público es Larry Clark, el
fotógrafo y cineasta más importante del período de posguerra, quien
confiesa: “Cuando tenia 16 años
empecé a inyectarme anfetaminas, me inyecté con mis amigos todos los días
durante tres años y después me fui de la ciudad”. Su ensayo “Tulsa”, compuesto de 50 fotos en blanco y negro,
muestra el lado oscuro de la vida rural de Estados Unidos y deja al descubierto
el submundo de las drogas duras de su ciudad natal. Las imágenes capturadas
reflejan que Clark no es un voyeur sino un participante de las escenas que
retrata. Lo confirma cuando concluye: “Una
vez que la aguja entra nunca más vuelve a salir”. Por eso logra una gran
identificación con sus personajes y un profundo dramatismo; en esas imágenes
fotografía su vida misma.
“La balada de
la dependencia sexual” es el nombre de la serie de
diapositivas presentadas por Nan Goldin,
una especie de diario íntimo y a todo color realizado entre los años 1978 y
1996. Al igual que Clark, Goldin fotografía una generación de la cual forma
parte; una subcultura del centro de Nueva York, su tribu. En la medida en que muestra
su círculo de íntimos, estas imágenes funcionan como sus autoretratos. Algunos
de los títulos de las obras resultan significativos y elocuentes “René fumando crack”, “Skinhead
teniendo sexo” y “Nan como dominatriz”.
Cady
Noland desafía
cara a cara el sueño americano e incorpora a la
muestra un aspecto más social de la violencia. Elige momentos y personajes traumáticos
de la historia reciente de Estados Unidos y los transforma en los protagonistas
de su arte. Construye serigrafías sobre piezas de aluminio con temas tomados de
la prensa al estilo de Andy Warhol. Pero Noland toma a Lee Harvey Oswald, el asesino de Kennedy,
las chicas hippies del Clan Manson y Patty Hearst junto al Ejercito Simbiones
de Liberación Nacional y los convierte en anti celebridades. La obra de Cady
Noland destila agresividad por donde se la aborde.
“Tren
mecánico”, la
impactante instalación de Paúl Mc Carthy,
corona el recorrido como la última expresión de la decadencia americana. Se
trata de una inmensa escultura
mecánica, humana y animal, cómica y horrorosa a la vez, que tiene a George Bush
como protagonista. Es una metáfora de la naturaleza
destructiva y de la necesidad de ese presidente de encarnar el rol de cow boy
en la escena mundial. La instalación es una parodia del ex presidente y una
crítica al contexto histórico político que le permitió asumir; pero también una
evidencia de lo que George Bush representa en el imaginario del resto del mundo
o más bien en esta región del sur del continente.
AGENDADEAFUERA: Hasta el 4 de junio en la Sala 5 (2º piso) del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Av. Figueroa
Alcorta 3415) www.malba.org.ar
Entrada general
$25 / Estudiantes,
docentes y jubilados $12
Miércoles general $12; estudiantes, docentes y jubilados $ 6
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